Nuestras vídeocreaciones son una reflexión sobre la conexión entre las artes. Partimos de la facultad que solo tienen unos pocos de interpretar estímulos con más de un sentido, lo que comúnmente se conoce como Sinestesia.
El color y la música se funden en la imagen. Los sonidos se tiñen de diferentes tonalidades aumentando la intensidad de las sensaciones. La simbología de los colores nos acerca a la experimentación emocional de un individuo deseoso de sentir.
EJERCICIO 1
Azul...armonía, equilibrio, vida, es lo que representa la naturaleza, son sus formas onduladas como las olar del mar, el vuelo de los pajaros, el nadar de los peces, la forma del sol, la forma de la luna. Es lo que representa la vida natural, es lo mas puro. Es el origen de todo y lo que mantiene el equilibrio de todos los que habitamos en la tierra.
Amarillo... inteligencia, matematicas, desarrollo, el hombre. Con él surge el pensamiento cientifico, las lineas rectas y los ángulos perfectos que no encajan en la vida natural y que ademas se impone sobre ella destruyendola y provocando una muerte lenta y dolorosa de todos y de todo.
Rojo... fuerza, poder, rebeldia, pasion, guerra. Es la frustracion de tanta injusticia. Esta rerpresentado por el cuerpo de una mujer, por el poder que posee y el empeño de hacerlas invisibles. Es la explosion inevitable para hacer justicia y volver a resurgir como fue en sus inicios.
Por una parte las pasiones humanas pueden complementarse como los colores primarios, creando una paleta emocional que nos llega a través del oído. La influencia que ejerce la música en las personas puede llegar a ser muy profunda. Nuestra obra intenta crear cromáticamente una pieza musical.
Por otra, la realidad en la ciudad nos insensibiliza y abstrae adormilando las emociones y las sensaciones. Aquí con la sinestesia queremos hacer despertar al espectador arrojando estímulos simultáneos para que reaccionen y sena conscientes de la realidad que les rodea.
EJERCICIO 2
La música, las risas, los gritos, una campana...todo hace que se tiña de colores la pantalla. Las intensidades varían según la fuerza de los ruidos que invaden a nuestro sujeto sinestésico en los cinco minutos que dura su recorrido por el centro de Madrid.
La música, las risas, los gritos, una campana...todo hace que se tiña de colores la pantalla. Las intensidades varían según la fuerza de los ruidos que invaden a nuestro sujeto sinestésico en los cinco minutos que dura su recorrido por el centro de Madrid.
